Actividad clasifique los poemas según sean de la época romántica, realista o modenista.
Julio flórez
Al Chimborazo
¡O monte-rey, que la divina frente
ciñes con yelmo de lumbrosa plata,
y en cuya mano al viento se dilata
de las tormentas el pendón potente!
¡Gran Chimborazo! tu mirada ardiente
sobre nosotros hoy revuelve grata,
hoy que de la alma Libertad acata
el sacro altar la americana gente.
¡Mas ay! si acaso en ominoso día
un trono levantándose se muestra
bajo las palmas de la Patria mía,
¡volcán tremendo, tu furor demuestra,
y el suelo vil que oyó la tiranía
hunda en los mares tu invencible diestra!
EL RENACUAJO PASEADOR
RAFAEL POMBO
El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo,
sombrero encintado y chupa de boda. "¡Muchacho, no salgas!" le grita
mamá.
Pero él hace un gesto y orondo se va.Halló en el camino a un ratón vecino,
y le dijo: "¡Amigo! venga, usted conmigo,
visitemos juntos a doña Ratona y habrá francachela y habrá comilona".
A poco llegaron, y avanza Ratón, estírase el cuello, coge el aldabón.
Da dos o tres golpes, preguntan: "¿Quién es?"
"–Yo, doña Ratona, beso a usted los pies".
"¿Está usted en casa?" –"Sí, señor, sí estoy:
y celebro mucho ver a ustedes hoy; estaba en mi oficio, hilando algodón,
pero eso no importa; bienvenidos son".
Se hicieron la venia, se dieron la mano, y dice Ratico, que es más veterano:
"Mi amigo el de verde rabia de calor, démele cerveza, hágame el
favor".
Y en tanto que el pillo consume la jarra mandó la señora traer la guitarra
y a Renacuajito le pide que cante versitos alegres, tonada elegante.
"–¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora,
pero es imposible darle gusto ahora, que tengo el gaznate más seco que estopa
y me aprieta mucho esta nueva ropa".
"–Lo siento infinito, responde tía Rata, aflójese un poco chaleco y
corbata,
yo mientras tanto les voy a cantar una cancioncita muy particular".
Mas estando en esta brillante función de baile y cerveza, guitarra y canción,
La Gata y sus Gatos salvan el umbral, y
vuélvese aquello el juicio final.
Doña Gata vieja trinchó por la oreja al niño Ratico maullándole:
"¡Hola!"
y los niños Gatos a la vieja Rata uno por la pata y otro por la cola.
Don Renacuajito mirando este asalto tomó su sombrero, dio un tremendo salto,
y abriendo la puerta con mano y narices,
se fue dando a todos "noches muy felices".
Y siguió saltando tan alto y aprisa,
que perdió el sombrero, rasgó la camisa,
se coló en la boca de un pato tragón
y éste se lo embucha de un solo estirón.
Y así concluyeron, uno, dos y tres,
ratón y Ratona, y el Rana después;
Los gatos comieron y el Pato cenó,
¡y mamá Ranita solita quedó!
DIEGO FALLÓN
A la luna
Cuando el postrer crepúsculo moría
brotó la luna rutilante y bella
y al surgir descubrió la noche aquella
que su excelso cantor ya no existía.
Que Fallon inmortal en ese día
marchóse al centro en que la luz destella,
y girando siguió la blanca estrella
inconsolable en la región vacía.
Pero de pronto la doliente diosa,
cuando se hallaba en la mitad del cielo,
quiso seguir su marcha silenciosa.
Poniendo, con enorme desconsuelo,
negros crespones en su faz radiosa
para mostrar su formidable duelo.
Cuando el postrer crepúsculo moría
brotó la luna rutilante y bella
y al surgir descubrió la noche aquella
que su excelso cantor ya no existía.
Que Fallon inmortal en ese día
marchóse al centro en que la luz destella,
y girando siguió la blanca estrella
inconsolable en la región vacía.
Pero de pronto la doliente diosa,
cuando se hallaba en la mitad del cielo,
quiso seguir su marcha silenciosa.
Poniendo, con enorme desconsuelo,
negros crespones en su faz radiosa
para mostrar su formidable duelo.
EL SIGUIENTE ES UN ENLACE PARA EL CUENTO DE SIMÓN EL MAGO DE CARRASQUILLA.
POEMA DE JORGE ISAACS
Soñé vagar por bosques de palmeras
cuyos blondos plumajes, al hundir
su disco el Sol en las lejanas sierras,
cruzaban resplandores de rubí.
Del terso lago se tiñó de rosa
la superficie límpida y azul,
y a sus orillas garzas y palomas
posábanse en los sauces y bambús.
Muda la tarde ante la noche muda
las gasas de su manto recogió;
del indo mar dormido en las espumas
la luna hallóla y a sus pies el sol.
Ven conmigo a vagar bajo las selvas
donde las Hadas templan mi laúd;
ellas me han dicho que conmigo sueñas,
que me harán inmortal si me amas tú.
cuyos blondos plumajes, al hundir
su disco el Sol en las lejanas sierras,
cruzaban resplandores de rubí.
Del terso lago se tiñó de rosa
la superficie límpida y azul,
y a sus orillas garzas y palomas
posábanse en los sauces y bambús.
Muda la tarde ante la noche muda
las gasas de su manto recogió;
del indo mar dormido en las espumas
la luna hallóla y a sus pies el sol.
Ven conmigo a vagar bajo las selvas
donde las Hadas templan mi laúd;
ellas me han dicho que conmigo sueñas,
que me harán inmortal si me amas tú.
POEMA DE JOSÉ MARÍA RIVAS GROOT
IDEA Y FORMA
El pecho sin cantares ni sollozos,
Las indolentes manos sin el arpa,
El dulce labio sin el sacro verbo,
La hermosa frente sin la luz del alma,
Llega la FORMA
Al templo de los Genios, y ante el ara,
Sin vida en su existencia,
Desconsolada,
La frente dobla,
Pliega las alas.
Escuchando calladas melodías,
Sintiendo de lo incógnito las ansias,
Mas sin vigor para tender el vuelo
Y sin vigor para pulsar el arpa,
Llega la IDEA
Del templo de los Genios ante el ara,
Sin vida en su existencia,
Desconsolada,
El arpa rota,
Rotas las alas.
Mas de pronto la IDEA ante la FORMA
—Tú eres—prorrumpe con amor—mi hermana!
Tú sostendrás mi lira entre tus manos,
Tú sostendrás mi vuelo con tus alas;
Y en tanto ¡oh FORMA!
Yo seré de tus labios la palabra,
Vida de tu existencia,
Ritmo de tu arpa,
Luz de tu frente,
Alma de tu alma !—
Y cual dos notas de la misma cuerda,
Como dos besos en el mismo labio,
Como dos ondas en la misma playa,
IDEA y FORMA,
Del templo de los Genios ante el ara,
Ya viven la existencia,
Pulsan el arpa,
Las frentes unen,
Tienden las alas.
POEMA DE JULIO ARBOLEDA
Colombia, 1817
Vanidad de vanidades
¡Infeliz del que busca en la apariencia
la dicha, y en la efímera alabanza,
y muda de opinión con la mudanza
de la versátil, pública conciencia!
El presente es su sola providencia;
cede al soplo del viento que le lanza
al bien sin fe y al mal sin esperanza;
que en errar con el mundo está su ciencia.
¡Y feliz el varón independiente
que, libre de mundana servidumbre,
aspira entre dolor y pesadumbre
a la eterna verdad, no a la presente,
conociendo que el mundo y sus verdades
son sólo vanidad de vanidades!
Vanidad de vanidades
¡Infeliz del que busca en la apariencia
la dicha, y en la efímera alabanza,
y muda de opinión con la mudanza
de la versátil, pública conciencia!
El presente es su sola providencia;
cede al soplo del viento que le lanza
al bien sin fe y al mal sin esperanza;
que en errar con el mundo está su ciencia.
¡Y feliz el varón independiente
que, libre de mundana servidumbre,
aspira entre dolor y pesadumbre
a la eterna verdad, no a la presente,
conociendo que el mundo y sus verdades
son sólo vanidad de vanidades!